En este capítulo de Black Mirror podemos observar una gran crítica en relación al uso abusivo de las redes sociales y de cómo estas pueden llegar a tener una importancia muchas veces excesiva. Es así como se nos introduce una sociedad distópica en la que las opiniones otorgadas por otros y el reconocimiento social condicionan absolutamente todos los aspectos de la vida cotidiana, habiendo una clara discriminación en todas partes en función de cuán alta sea nuestra calificación. La protagonista de la historia vive en una ciudad ideal, todo el mundo se comporta de una manera super correcta, son muy atentos y simpáticos, pero todo es hipocresía, incluso vemos como Lacie practica su risa frente a un espejo para parecer más agradable a los demás, todo para conseguir más likes, ya que es lo que otorga poder en este mundo futurista. Cuantos más likes tengas más puedes obtener, mejor trabajo, vivienda, amigos, etc. Las personas se califican entre ellas del 0 al 5, siendo el 0 lo más bajo
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